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sábado, 26 de febrero de 2011

Lucha interior

Él, se sentía atrapado, inmóvil, bloqueado. Tenía una existencia plena, con ramificaciones hacia todos los sentidos. Había desovado vida.
Una obligación moral le empujaba a reaccionar evitando decisiones.
Una pasión nueva entraba en su vida y solo deseaba dejarse llevar, seguirla.
El instinto más primario luchaba dentro de si mismo frente a la planificación y responsabilidad de la razón más fría.
Se estaba consumando el secuestro de una decisión completamente libre y espontánea.
El ganador terminaría por gobernar su vida hasta el fin de los días.

2 comentarios:

  1. Anónimo2/4/11, 5:27

    No tienen que enfrentarse, no es una elección, miralo como una oportinidad de dirigir los dos con el mismo fin.

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  2. También es una opción. La confrontación vital existe inequivocamente desde el mismo momento que la duda abriga una nueva posibilidad, obligando a la estabilidad a defenderse.
    Gracias, anónimo por leer y comentar.

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