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martes, 8 de febrero de 2011

Cortina

De niño, una simple cortina era la antesala para trasladarse a otros mundos, el cruzar al otro lado era sentirse protegido, desconectar con lo que pasaba a escasos centímetros. Ya, de adulto,  como le hubiese gustado volver a esconderse detrás de una cortina y dejar pasar el tiempo...



2 comentarios:

  1. A veces yo también busco una cortina tras la que esconderme , creo que todos tenemos esa necesidad

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  2. Todos tenemos algún día de estos. Aunque la cortina solo prorroga el problema, pero sigue ahí, acechando. Un beso, Belén.

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