Una eyaculación caprichosa en el corazón de la primavera fue el punto de partida de un devenir existencial como afirmación del propio yo.
Sufrió con plena conciencia, el cúmulo de negaciones y normas impuestas por sus educadores, forjando sus obstáculos y miedos perfectamente pertrechados hasta el presente.
Aún hoy, sigue limitándose en las estrictas prohibiciones autoimpuestas como negación.
Que profundidad en el sentir humano. Las costumbres seguidas y la ediucacion rígida tienen atados cables que cambiarian la vida.
ResponderEliminarLos miedos son justificados , seguramente.
Se siente uno mas seguro en la coraza de siempre
Yo creo que si sigue buscando...se encuentra Y ...SERÄ LIBRE.
ResponderEliminarBello relato
Al fin y al cabo, por mucho que tratemos de liberarnos (una forma de empezar es buscando nuestro origen) estamos atados y manejados por normas de todo tipo. Desde las básicas educativas, las morales, existenciales y, sobre todo, las del mercado.
ResponderEliminarUna pena. Habrá que emigrar a algun sitio no poblado por el ser humano.
Seguro que será más libre, aunque esa curiosidad necesita tanto alimento que el descanso viene dado por las respuestas encontradas y cada una de ellas provoca una nueva pregunta.
ResponderEliminarGracias por tu visita, Albada. Es un placer.
Eso es lo ideal, pero... ¿Quién se atreve a dejar a una persona que viene al mundo sin ningún tipo de normas, prohibiciones y demás ataduras para que pueda sobrevivir en esta jungla que hemos construído entre todos?.
ResponderEliminarGracias, Cormorán por tu fiel lectura y tus acertados comentarios.