Ante la imposibilidad de sentir su calor, siquiera oirse, perderse en una mirada trenzada por vínculos invisibles, se construyeron un manto hecho de palabras y así, acurrucados bajo él, se fundieron en un sólo latir idílico. Protegidos de todo lo que les alejase de un sueño tejido por mágicos verbos; cada palabra palpitaba al ritmo de sus corazones febriles, separados en el espacio-tiempo por un hilo etéreo forjado con cariño, comprensión y una pasión contenida que nutría su relación lingüística.
Escrito por Vanadis y 21 (publicado el 06-01-2011 en 280 y punto - Relatarium)
Me gusta el nombre que le has dado a este apartado... "fusiones"... muy sugerente. Siempre al acecho.
ResponderEliminarQué te guste a ti, mi amiga felina, es importante. Ya que la mayoría de "fusiones" serán entre tus poesías y mis ocurrencias.
ResponderEliminarMe gusta que estés al acecho, pero también que me leas y comentes. Ya sabes.
Un beso.