Otra vez había vuelto a discutir. Antes de decir lo que pensaba, calló, cogió las llaves del coche y salió sin mirar atrás. El bochorno le impedía respirar. La falta de viento no fue un impedimento para salir con el velero; tres millas a motor y sus ojos hundidos en el suroeste, harían las veces de caña y brújula al mismo tiempo. Observo el cielo tumbado boca arriba. Dos whiskies más tarde planeo su futuro. No la encajó en ninguna combinación. De momento solo podía ser fiel a si mismo.
Estas bien? se te ve como problemático.
ResponderEliminarMedico en otro post verdad o ficcion?
ánimos, te pondre un mail Arena
Lo leí hace unos días pero, al leerlo hoy por segunda vez, me ha gustado mucho más. Quizá me perdía en la penúltima y antepenúltima frases. Las entiendo perfectamente pero me cambian el ritmo del paso en la lectura, perdiendo algo de fuerza.
ResponderEliminarNo te lo tomes muy en serio: nos pasa a todos.
Y además: cada vez lo haces mejor, jodío.
Un abrazo
Gracias por tu sinceridad, Luis. Tus visitas, ya sabes, son siempre agradecidas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo para ti.