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sábado, 19 de noviembre de 2011

Promesas

El ya presidente electo, sintió en la soledad del baño y, frente al espejo, la mediocridad de su desnudez. A sabiendas que esa toalla con la que se secaba no tapaba todo su cuerpo: siempre tendría que destapar un lado, para cubrir otro. Y eran excesivos los compromisos adquiridos.

6 comentarios:

  1. Muy buena imagen Daniel la de la toalla. Que no llega a tapar nunca las vergüenzas. De lo hecho y de lo que se tendrá que hacer. Con unos y con otros. Quizá fuera mejor acostumbrarnos, otra vez, como hace millones de años, a vernos desnudos. Y apuntar en un papel lo que vamos a hacer, para que lo sepan todos. Difícil lo tiene el Presidente Electo. Un abrazo.

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  2. Apoyo el comentario.
    Aunque creo que la toalla empezó siendo de baño...antes de las elecciones, ya era de lavabo y antes de que acabe el año será de bidé...Al tiempo.
    Saludos. Luis

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  3. Es realmente difícil tomar una decisión que tenga el consenso generalizado de la sociedad. Esperemos que, ante la duda, sea moderado.

    Saludos, Francisco.

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  4. Estupenda comparación, Ludovikus. De aquí a unos meses de recortes, nos secaremos al sol (en el mejor de los casos).

    Saludos y gracias por la visita.

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  5. Jajaja, ya, pero... a quien nos dan por... todos los lados... ¡es a nosotros, recuerda!
    Un abrazote

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  6. Sin ninguna duda, amigo Luis. Tod@s aquellos que han sido los causantes de esta brutal crisis, ahí están... de rositas, ¡como siempre!

    Saludos.

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