Había desplegado todo su poder y exhausto exclamó:
¿Acaso es tan difícil hacerse entender? ¿Qué camino atraviesan las certezas desde que son alumbradas hasta que llegan al papel? ¿Por qué pesan más los matices que la obra en si, cuando esta visita el aire exterior? No tomó notas y cayó rendido al sueño. Al despertar, solo tenía hambre. Tenía muchas respuestas pero no recordaba las cuestiones. Cada vida esta hecha de millones de instantes, solo hay que hilvanarlos y darles continuidad.
Solo así -pensó- tendría un destino.
http://www.youtube.com/watch?v=0LwYU_0Qfzc
Y es tan difícil que esos factores tan sencillos y habituales coincidan en el tiempo...
ResponderEliminarLa razón y el deseo, si ir más lejos. Con tanto en común, casi su totalidad, y con tam pocas conexiones.
Un saludo Daniel
La irregularidad es creativa pero jamás será tan grande como la constancia. El equilibrio entre el esfuerzo y la brillantez, creo que ofrece un resultado profesionalmente legítimo.
ResponderEliminarLas ráfagas de esos instantes únicos nos alimentan el alma, cosiendo estos a la voluntad más ferrea, la felicidad está asegurada.
Un abrazo, Cormorán.