Verla nadar es imaginar un mar templado; el tiempo escoltado en mi pupila. Instantánea única de una belleza soñada. Un hondo suspiro de placer contenido. No deseo hacer otra cosa en este preciso momento, que mirarla... De proa a popa y de babor a estribor.
Mis garras no llegan ni a su halo. Aquel que envuelve su caminar hacia mi ¿Seré capaz de resolver tanta belleza?
Espero un favor del tiempo: detenerse y dejarme bajar a contemplar la perfección y el deseo envueltos en manjares hechos piel.
Entre las aguas claras el cuerpo sin alma de ella navegaba sin timón ni timonel.
ResponderEliminarPor oriente y por poniente, de norte a sur y de sus aletas al mascarón de proa de un navío encarado a una cala donde reponerse, cargar agua dulce y escuchar el canto de sirenas.
Ella se sentaba en una roca, dejando su cabello al sol, mientras susurraba un dulce canto.
un abrazo
Estupendo texto como comentario, amiga. Observo que estás pasando una época especialmente fértil, que quizás coincida con esa felicidad que da alas en todo aquello que emprendemos. Por lo menos es lo que transmites o yo he querido ver.
ResponderEliminarGracias por la visita. Un beso, Albada.
Manjares de Poseidón, describes, amigo Daniel
ResponderEliminarPor cierto, me suena que tu cumpleaños era (o ha sido ya) un día de estos... Recuerdo un comentario del año pasado, donde coincidíamos en días próximos varios amigos del viejo Eskup.
Sea como sea, un gran abrazo.
Perdona mi silencio, Luis. Nada más lejos de la realidad. Yo llegué para quedarme, ya te dije en el verano de 2010. No vuelvo a errar, no, por lo menos en esto, que ya tuve tiempo de aprender. Si, mi cumpleaños fue el 21, ¡cómo no podía ser de otra manera! gracias por acordarte, da igual la fecha, la intención es lo que cuenta. Me gustan los amigos así, sinceros, directos, como debe ser... Y también estoy de acuerdo, en que los manjares de Poseidón son de otro mundo. Un fuerte abrazo.
EliminarPaso a saludarte de nuevo, Daniel. ¿Qué ha pasado últimamente, andas sin tiempo o sin ganas?. Bueno, a veces ocurre, pero ánimo ¿eh? ¡no nos dejes plantados sin deleitar tus relatos, jodío!
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario a mi blog.
Un abrazote, sólo deseo que estés bien
Tengo poco tiempo. Empecé una nueva actividad a principio de año, que de momento necesita de toda mi atención y tiempo. Pero no pasa nada, volveré con la misma fuerza y ganas de siempre. Espero que más... Gracias por preocuparte y demostrarme tu sincero interés. Es algo que refuerza toda esa parte energética que llevamos y se carga con la vitalidad del día a día.
EliminarCuídate, Luis.
Creo que podemos alcanzar más de lo que creemos o pensamos. Nos falta valor, por lo menos a mi, para enfrentarnos a un fracaso que de por si no lleva más consecuencia que la de herir al propio orgullo. Muchos bailes de sirena me habré perdido (o no) por esa timidez y pudor mal entendidos. Ahora le echo la culpa a mi edad :))
ResponderEliminarUn abrazo 21
Gracias, Cormorán... te agradezco enormemente tu visita, tan regular y esperada. Perdona que ahora no pueda dedicar el tiempo que cada uno se merece, aún así... si me conoces un poco, sabrás que estoy ahí, fiel a esa amistad forjada con teclados y plumas a golpe de sueños que sobreviven como pueden a una realidad especialmente dura.
EliminarUn fuerte abrazo.