Con preparación meticulosa, saco mi mejor traje del armario. Todavía huele a alcanfor, aunque está impoluto. Me queda mejor que nunca. Estoy nervioso con la cita, no hay prisa, tengo todo el tiempo del mundo.
¡Ahí están!... Qué guapos veo a los niños y que grandes. Ella está como siempre, tan hermosa, como triste.
¡Qué bien!, me han traído velas amarillas, adornadas con narcisos y rosas del mismo color. Lo que daría por volverlos a tocar una vez más, sentirlos. Sé, que ella sabe que estoy aquí.
Yo, por ese motivo, ya tengo encargado que me incineren y me tiren al mar :-)
ResponderEliminarUn abrazote
Ya no nos dejan elegir como abandonar este mundo, Luis. Eso está prohibido... ¿Estarán preocupados por la contaminación marina? o solo es un veto de muchos.
ResponderEliminarSaludos, amigo.
Que energía la tuya, haces reaccionar a los muertos. Dejare dicho que te den mis señas, de la tumba o de la urna, para que vayas y allí hablamos. Hasta entonces, un vivo abrazo. Arena
ResponderEliminarGracias por leerme, Josefina.
ResponderEliminarSaludos.
Oh si , adornando con flores el descanso en su cama terrenal . Nacimos de las semillas de la tierra y en la tierra nos quedaremos , eso sí , con muchos ramos de flores
ResponderEliminarRetornar al origen es ley de vida, fundiéndonos con la misma tierra que tantas veces rechazamos. Con flores, con muchas flores, si es posible.
ResponderEliminarGracias por esta visita y el comentario.
Saludos.
Quién dice que los que parece que no están sí que permanecen todavía de alguna forma, al menos durante un tiempo, resistentes a marcharse, aferrados a los que quieren y han conocido.
ResponderEliminarUn saludo, Daniel
Las investigaciones corresponden a los científicos, Ángel, nosotros, vamos a intentar trasladar de la forma más convincente posible, los sentimientos que nos crean dudas razonables entre el mundo que vivimos, y el que intuimos.
ResponderEliminarMuchas gracias por la visita.
Saludos.