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miércoles, 24 de octubre de 2012

Es hora de volver

Me gustaría pensar que sigues ahí,
para cuando la vida se acuerde de ti,
de todo lo que te debe y nunca te ha pagado.

Será cuando duermas con la sonrisa limpia
y despiertes abrazado en cariños sinceros.

Eres único, en el ayer, el hoy y un mañana,
que volverá cargado de paz, apagados los recuerdos.

Te seguiré esperando, allá donde vivas, para
que me sigas enseñando lo que tú
solo conoces y yo necesito recordar para volver
a ti.

Ya oigo otros mundos que existen cuando sobra este.

Vuelve.

martes, 16 de octubre de 2012

Diluirse

Hoy he vuelto a escribir, como de si un milagro se tratara. Es una acción que me completa, me ilumina y me hunde en lo más profundo de mi mismo. Me reinventa, me sumerje en todos aquellos sueños que alguna vez me atreví a esbozar. No me cuesta trabajo inventar historias. Ajenas a todos mis pensamientos, aunque los recovecos de las pesadillas actúan de muralla entre tú y yo. Entre el mundo real y el imaginado, que a fin de cuentas es el resultado de la relación directa entre el ser y la memoria.

Azar

No era un sábado más. Él se lo imaginó como el primero y último de un otoño atípico. Como el principio y final de una larga etapa gris. Todo empezó en una estudiada despedida. Compró castañas calientes como preludio de la última velada. Sembrada sobre el más humillante de los propósitos. Todo le salió del revés. Cuando quiso evitar, encontró. Restar nunca fue tan positivo. Tanto que al asomarse desde el puente, lloró amargamente. Pensó que cruel era su destino mostrándole las mejores vistas como epitafio.



El caos aplicado

El domingo se va desplegando a un ritmo aún más lento del habitual. El calor ralentiza cualquier acción. Pienso en el desorden natural, en la tendencia al caos, en la necesidad de aplicar un trabajo para que todo fluya en armonía. Será mañana, hoy me sumerjo en la incoherencia.


...más absoluta. El espíritu varado en un mundo ingrávido, libre de conciencia donde el tiempo da una tregua imaginaria espaciando los minutos.Y todo sigue igual, me he bajado de mi mundo para observarlo en su totalidad con esa mirada inconexa, completa, que solo puedo darme hoy.



Necesito una segunda mirada para abarcar la complejidad de esta realidad que nos limita y encadena ¿Dónde está el conejo blanco? Lo seguiría en su loca carrera en pos del tiempo y así, alcanzar el otro lado del espejo... Empieza a resquebrajarse la luna, démonos prisa...


Sí, vayamos. Aunque no en aquella dirección, que ya sabemos donde empieza y tristemente como acaba. Tomemos esta otra, la observaste primero y el instinto es el mar donde reside la supervivencia. No dudes, por favor, necesito que esos ojos alumbren, esta, mi soledad mal calculada.




Texto compartido con damadeltablero (cursiva) publicado en eskup el 26 y 27 de junio de 2011








Otoño retrógrado

El otoño se abre ante mis ojos nuevamente. Su despliegue de colores me sonroja, en su atrevimiento. El camino que transito cambia de color, constantemente. El entorno se adapta al medio mucho más rápido que mi mente es capaz de asimilar la temperatura. El territorio es ajeno a aquellos que lo transitan y yo, uno más de tantos, intenta asimilar el aspecto conforme a los acontecimientos que suceden en la espesura que me toca comprender.
La naturaleza es ajena a aquellos acontecimientos que nos asaltan a los humanos. Sigue su proceso natural. No entiende de nada de lo que a nosotros nos aflige, nos humilla y nos hace pequeños. Su despliegue es un proceso que no podemos frenar, excepto con la aniquilación y la amputación de su avance.
Yo no entiendo mucho del otoño, pero ante mis ojos se presenta más triste y melancólico que nunca lo he vivido. Me creo que es una estación paralela que se desarrolla entre aquello que anhelo y mi hemisferio izquierdo, pero me pilla tan cerca que está haciendo estragos en mi pequeño mundo.
Si tú no lo ves, o una de dos, o no estás vivo/a o no perteneces a mi mundo. Cosa que comprendo mucho mejor que nunca. Yo también quiero huir ¿Hacia donde debo ir?